Me regalaron un retiro de fin de semana de yoga y meditación con Rafaela.
Ha sido una experiencia maravillosa y enriquecedora. La casa y el entorno son muy acogedores y cálidos, y un remanso de paz. Y Rafaela un amor de persona, te hacía sentir muy cómoda, como en tu propia casa. Además, se ve que es una apasionada del Kundalini Yoga, y consigue transmitir esta pasión a los que recibimos sus clases. Para mí, era la primera vez que practicaba este tipo de yoga, y me ha gustado mucho. Rafaela elige la clase que más necesitas, según tu momento vital y lo que buscas; y consiguió que todas las clases me llegaran a lo que más necesitaba en este momento.
Los momentos de comida fueron muy placenteros, en la terraza bajo un árbol. Como digo, estás en el entorno apropiado para encontrarte contigo mism@ y encontrar paz, serenidad y tranquilidad mental y emocional.
Además, realizamos dos caminatas, ya que estás en plena naturaleza.
Para mí, el programa planeado por Rafaela, como la organización, estuvo de sobresaliente; porque te permite también tener tiempos para ti y poder integrar y disfrutar todo lo que vives con esta experiencia.
Otro aspecto muy positivo fue (además de la pasión, profesionalidad y humanidad de Rafaela) su flexibilidad en cuanto a lo que estaba programado. Si veíamos que era mejor cambiar el orden de algo, no hubo ningún problema.
Les recomiendo, de corazón, que si pueden realizar una experiencia como ésta, que no lo duden, les aseguro que te cambia en positivo y que la disfrutarán muchísimo.
Gracias Rafaela por tu tiempo, dedicación, enseñanza y acompañamiento.
SAT NAM
Paciente